“Pon nombre a una emoción, dime el motivo por el que sientes esta emoción y el objetivo que persigues”, así empieza esta clase de 5º de primaría sobre Educación emocional . Los alumnos escriben en su “Diario de las emociones” lo que sienten y Josep Soler les invita a aplicar la técnica NEMO- (iniciales de: nombre, emoción, motivo y objetivo). Josep Soler es profesor de Filosofía y Educación emocional en el St. Peter’s School de Barcelona (Social and Emotionals Aspects of Learning –SEAL) y me reúno con él para que me explique la nueva orientación educativa del colegio hacia la “Inteligencia emocional”, algo sobre lo que se habla mucho pero sobre lo que se concreta poco en cuanto a su aplicación real en las aulas.
Josep: “Obliga a los alumnos a tomar conciencia de lo que sienten, a poner nombre a sus emociones y es el primer paso para intentar cambiar de actitud. También hacemos clases de relajación y respiración y la técnica del semáforo cuando están enfadados”.
Pregunta:¿ La técnica del semáforo?
Josep: Sí, fácil:
ROJO/STOP : Respirar, relajarse y no actuar.
AMBAR: Pensar en la estrategia a seguir.
VERDE: Poner en práctica la estrategia.
P: Creo que me lo debería aplicar a mí misma a veces…
J: Nos ahorraríamos todos muchos disgustos, igual que cuando envías un mail en caliente, en ROJO. Se trata de que los estudiantes empiecen desde pequeños a llevar las riendas de sus emociones y así puedan gestionar su vida y futuro con más posibilidades de éxito en lo que se propongan. Toma las riendas de tu vida, educa tus emociones desde pequeño.
P: ¿Así que las emociones se pueden educar? ¿No son irracionales?
J: ¡Por supuesto! Trabajamos 4 áreas para que lleguen a tener las herramientas necesarias para desenvolverse con inteligencia en el campo de las emociones: La conciencia emocional, la regulación emocional, la autoestima y finalmente las habilidades sociales. Primero vamos a trabajar con los alumnos de 9 años la conciencia emocional, la regulación emocional y la autoestima. Los alumnos de 16, 17y 18 ya pueden ejercitar las habilidades sociales con todo lo aprendido anteriormente.
P: ¿Y cómo trabajáis la autoestima?
J: Por ejemplo, cada semana nombramos en la clase al azar al “protagonista de la semana”. Todos los alumnos tienen que decir una cualidad de esa persona en público. Es muy interesante comprobar lo bien que sienta al “protagonista” que le digan que “es bueno en deportes” o “dibuja muy bien”, o “es muy simpático”. A los chicos les cuesta un poquito más cuando tienen que decir una cualidad de una chica…. Son cosas de la edad y la timidez, pero es muy beneficioso pues les obliga a pensar en positivo sobre los compañeros.
P: ¿Y con los mayores? ¿Hay continuidad después de las habilidades sociales?
J: Con ellos vamos a trabajar técnicas de “coaching” : a través de la conversación, pasar de una situación X actual, a la situación Y deseada. Es muy interesante y muy “práctica” en todos los sentidos de la palabra.
P: ¿Cuándo habéis empezado a impartir clases de Educación emocional?
J: Lo iniciamos el año pasado como prueba piloto y la idea es que el año que viene, los tutores de 5º y 6 de Primaria utilicen estas técnicas en sus clases, integrándolas con las diferentes asignaturas. El objetivo final es que los alumnos aprendan a gestionar sus emociones en pos de un mejor resultado académico y personal. Si las integramos en las diferentes materias, el trabajo individual, en equipo, la motivación y el estímulo mejorarán y en el futuro los alumnos actuarán en la vida con la “inteligencia emocional” adquirida sin ser conscientes de ello.
P: Tomarán las riendas de su vida.
J: Sí, serán los protagonistas de su vida. Uno se construye a sí mismo y es responsable del cerebro que tiene a los 50 años. Si tienes conciencia de ello puedes “trabajarlo”, modificarlo pero si actúas por inercia y no moldeas tus emociones, pierdes el control de tu vida, ella te lleva a ti.
P: Entonces, ¿quieres decir que nosotros podemos cambiar nuestro cerebro?
J: Desde luego, hace poco hicieron un estudio de los cerebros de los taxistas londinenses y vieron como el hemisferio derecho que se encarga de la memoria espacial estaba muchísimo más desarrollado. Su profesión les había hecho modificar su cerebro. Ahora piensa en un estudiante que quiera dedicarse a la medicina, al arte, a los negocios, etc. y empiece desde pequeño a trabajar sus emociones y habilidades para conseguir su sueño…
Acaba la entrevista y mientras conduzco hacia casa, me auto-aplico la técnica NEMO:
Nombre de la emoción: frustración
Motivo: tantos años desatendiendo mis emociones
Objetivo: a partir de ahora las voy a cuidar/educar “inteligentemente” o eso intentaré..
